No sólo de grandes montañas vive el montañero… Después de terminar el proyecto de las ‘7 Cumbres’ tengo más ganas que nunca de continuar descubriendo montañas interesantes en nuestro planeta.  Pero ello no significa que quiera sólo hacer grandes objetivos, sino que pienso que el verdadero encanto de la pasión por el montañismo, es aprender a disfrutar tanto de los grandes retos, como de las cimas más sencillas pero siempre llenas de encanto.

Por ello estoy tan contento de haber programado la subida a una montaña muy emblemática de nuestro entorno como es el Volcán del Etna, en la isla italiana de Sicilia.

Iremos a mediados de febrero con David López, Miquel Noguera, Arcadi Romera y Eric Segui.  Nuestra intención es poder hacerla con skis, y disfrutar de un descenso magnífico desde este volcán de 3.322 metros, desde dónde podremos ver el mar mediterráneo a nuestros pies.

El Etna es uno de los volcanes más activos del mundo, y está casi siempre en constante erupción.  A pesar de que a veces puede ser muy destructivo, no está considerado como un volcán particularmente peligroso, y miles de personas viven en sus alrededores.  La fertilidad de la tierra volcánica hace que la agricultura extensiva, con viñas y huertos, ocupe mucha parte de las laderas del lado de la montaña.  Debido a su reciente actividad volcánica, y a su población, el Etna ha sido designado como uno de los 16 volcanes de la década por las Naciones Unidas.

Una nueva aventura sin demasiada presión, cerca de casa, y con un encanto especial para recordar desde allí todas las experiencias y emociones vividas en el Everest casi un año antes.