He dejado de subir montañas por muchos motivos diferentes: Por mal tiempo, por riesgo de aludes, por encontrarme mal o tener alguna lesión, por haber tenido problemas de trabajo antes de ir, etc… pero nunca había dejado de hacer una cumbre porqué la montaña explotase.
Este fin de semana teníamos previsto hacer la cima del volcán Etna (Sicília) con esquís. Billetes de avión a punto, Esquís revisados, Material preparado… pero hace tres semanas el volcán entró en una fuerte erupción, dejando unos espectaculares ríos de lava en sus laderas que, inevitablemente, eliminaron la nieve de la montaña. Desde entonces, si bien ya se ha recuperado la normalidad en la zona, ha nevado muy poco, y además sin haber una base suficientemente buena como para permitir plantearse hacer la montaña con esquís.
Así pues, como no tenemos ninguna intención de ir a freír chuletas en el Etna, tendremos que posponer nuestro objetivo para la siguiente temporada.
Una llàstima Albert, però millor haver de posposar-ho que haver de sortir correns 😉