Completada una nueva edición de los clásicos "3 Días Trial Santigosa", la prueba de trial de larga duración más antigua del estado español, que este año celebraba su 40º aniversario.
A pesar de estar muy desconectado del mundo del trial, gracias a que mis compañeros del Moto Club Abadesses me animaron a participar de nuevo, y a que la tienda especializada NON STOP me ha dejado una moto, he podido correr la prueba por octava vez. Y a pesar de que no estaba nada entrenado en este deporte tan técnico, ya que sólo había cogido un día una moto desde que participé en los míticos "6 Días de Trial de Escocia" el año 2008, estoy muy satisfecho porque todavía me acuerdo de algo, y he podido finalizar justo en la mitad de la clasificación final (78 de los 165 participantes)
Superar las magníficas zonas de las montañas de St.Joan, pilotar por un circuito espectacular, a la vez que bastante exigente, y poder pasar, como acostumbra a ser habitual en esta prueba, por todos los climas posibles concentrados en tres días (Calor, Frio, Sol, Lluvia… Incluso granizo), es una sensación muy intensa que, aparte de hacérmelo pasar en grande, me ha conectado absolutamente con una gente y un ambiente que forman parte de mí desde mi infancia.
Al final todo ha terminado con un acto de clausura especialmente emotivo al haber dedicado la ceremonia de entrega de trofeos al desaparecido Ricard Pinet, como homenaje a su persona, a su viuda Vera, y a su total dedicación al mundo de la moto en general y a nuestra prueba en concreto, como director y animador desde su primera edición.
Adjunto unas fotos muy chulas que me ha hecho durante estos tres días Pep Segalés, buen compañero y periodista de la revista "Solo Moto"
Todo ello ha compuesto unos días magníficos tanto a nivel deportivo como de contacto con la naturaleza, el entorno y la gente de mi pueblo. Como me dijo el sábado un piloto veterano al llegar a una de las zonas que nos estábamos estudiando: "Estoy disfrutando como un niño pequeño"… Pero tengo que decir que después de que me dijese esto, mientras fluía con la moto por un sendero lleno de barro con la visión de un paisaje fabuloso enfrente mío, pensaba que esta expresión no debería ser la correcta, pues el disfrutar al máximo no ha de ser patrimonio sólo de los niños pequeños; sino que todos deberíamos guardar parcelas de inocencia, pasión e ilusión, para poder disfrutar al máximo y muy a menudo como "Niños Mayores"
Deja tu comentario