CORRER 100Km. ¿ESTAMOS LOCOS?

Sombras Corriendo

Quizás un poco sí… hace unos 10 años, si uno corría 100Km. seguidos, era un marciano; pero hoy en día, en el mundo del running, esto parece una cosa bastante normal.

Ayer completé el recorrido entero de la carrera "Oncotrail", de 102Km. con 3.500 metros de desnivel positivo, quedando nuestro equipo clasificado en 8ª.posición de 47 equipos, a pesar de que fuimos uno de los dos equipos que tenía algún miembro (yo en este caso), que hacía todos los 100km, dado que todos los demás hacían diferentes combinaciones de relevos, al ser equipos de 6 de los cuales era obligatorio tener siempre cuatro en carrera. Y durante algunos largos momentos de las 13h50′ que estuve corriendo sin parar, me intenté responder a esta pregunta, de hasta qué punto esto es bueno, o hasta qué punto hay una gran parte de inconsciencia, ego y abuso en todo ello.

Yo nunca he sido un corredor destacado o de élite, pero mi poca o larga autoridad al opinar sobre esto es que hace muchos años que disfruto del correr como actividad y como base importante de mi preparación física para poder afrontar luego otros retos más complejos. Corrí mi primera media maratón hace 31 años y mi primera duatlón hace 22. Ya veis pues que mis inicios en el ‘running’ de resistencia se contabiliza por décadas (qué viejales soy, ¡madre mía!).

Durante todos estos años nunca me he obsesionado en buscar un alto rendimiento, en hacer muchas carreras o en que fuese una actividad central. Para mí era una buena manera de estar conectado a una actividad que me encanta (el correr), y hacerlo de vez en cuando en competición por ser un entorno más exigente que me permita medirme, aprender y forzar un poco más para poder complementar un entreno de resistencia física y mental muy útil para mis aventuras.  Y desde este punto de observación de ‘no élite’ pero de primera línea de trinchera, he visto como este deporte evolucionaba desde ser un tema muy especializado hasta convertirse en una moda masiva; y como pasaban muchos deportistas populares por diferentes etapas no siempre del todo sensatas.

Como en todas las disciplinas, está el nivel profesional o de élite, que lo forma un pequeño grupo de escogidos que no pueden ser los referentes para el resto de gente… los podemos seguir y los podemos admirar, pero no podemos querer imitarlos, y no son en ningún caso, el ejemplo a seguir para los que tenemos el correr como actividad menos prioritaria en nuestra vida, y que sólo somos corredores populares. Así pues, este texto no va dirigido a ellos, quienes por tener el nivel que tienen y por ganarse la vida en ello (que por cierto, les ha ido de coña esta popularización de su deporte, pues antes eran sólo unos frikis y ahora son ídolos de masas), y han de hacer cosas nuevas, diferentes, superar límites y reventarse las rodillas si hace falta, haciendo 100, 200, 300 o 1.000 Km si toca. Este es su trabajo (y su pasión en la mayoría de casos).

El problema viene de los practicantes de base. Aquí es dónde ha habido una revolución, pienso que no siempre bien llevada. La gente va de la nada (no practicar este deporte en absoluto), o el poco (practicarlo de forma poco intensa), al todo (hacer carreras brutales de 40,60,100,200Km.) en un plis-plas. Se saltan cualquier tipo de progresión gradual que, aparte de permitirles disfrutar del camino hacia retos más importantes en el futuro, no van preparando su cuerpo por etapas para poder hacer cosas más exigentes y, sobre todo, no dialogan lo suficiente con su cuerpo como para conocerlo bien y saber escucharlo frente a cada momento de exigencia máxima.

Como ocurre siempre, hay gente que resulta que tiene constituciones más agradecidas para poder hacer estas animaladas, y el cuerpo les va respondiendo bien sin sufrir lesiones importantes. Pero hay muchos corredores que acaban rotos por el exceso de carreras, de exigencias y de castigo al cuerpo. Los primeros han tenido suerte, y el hecho de ahorrarse una evolución progresiva no les ha afectado; pero los segundos pasan de golpe a exigir tanto a su cuerpo sin saber dónde tienen los límites, que acostumbran a sufrir problemas físicos importantes en el corto o en el largo plazo.

Que haya ahora tanta afición al correr seguro que es muy bueno y lógico. Mejor que la gente esté activa (si no se pasa de rosca) que no sedentaria; y el running es barato, logísticamente sencillo, muy social, y aporta un contacto con la naturaleza muy intenso. Pero nuestra responsabilidad, en todas las actividades que hacemos, exige que gestionemos bien los propios límites, sobre todo si no somos profesionales o especialistas en ello.

Mirándolo fríamente, el correr, a pesar de tener todas las virtudes que he comentado y muchas otras que podría describir, es un deporte de burros. Casi lo puede practicar todo el mundo (a nivel básico no es tremendamente selectivo), y para evolucionar un poco no se necesita un talento especial (a diferencia de otros deportes). A partir de aquí, cuanto más se entrena, más en forma se está, y dentro de ciertos niveles, es fácil progresar y destacar un poco. Y pienso que esta es una de las trampas en las que cae mucha gente, que deriva desde una actividad de ocio para disfrutar, estar en la naturaleza y hacer salud, hacia una exaltación del Ego, al ver que a base de machacarse destacan un poco dentro de su grupillo de amigos, de su comunidad de vecinos, de su barrio, de su pueblo o de su comarca (y normalmente, no demasiado más que esto). Y ahora, con el fenómeno de los blogs y las redes sociales, esto se dispara exponencialmente, hasta llegar a un punto en que parece que una de las motivaciones básicas del personal sea, mucho antes que disfrutar, hacer alguna cosa sonada para poder pegarle el rollo a todo su entorno social y, sobre todo, colgar una fantasmada en el Facebook. Y está claro que correr unos 10Km. o una media maratón o, incluso una maratón, no mola ni tiene este punto de "singularidad" que otorga hacer animaladas espectaculares.

Y no estaría mal si la gente entrenase y disfrutase todo el año, para luego hacer una o dos ultra maratones al año (de más de 42Km.); pero es muy habitual que corredores del montón hagan 4, 5, 6 o más ultras por año, más muchas carreras menores, sin dar tiempo a su cuerpo a recuperarse mínimamente. Y también es muy habitual ver gente lesionada en la línea de salida de una carrera, que con un taping y unas sesiones de fisioterapeuta, fuerzan la máquina como si les fuese una final del mundial de atletismo o una medalla de oro en los juegos olímpicos; y sólo se juegan su escrito en el Facebook y, sobre todo, tener una lesión mal tratada que les puede comportar unas consecuencias fatales tanto en el corto plazo como, y mucho peor, al cabo de un tiempo.

Durante estos últimos 20-30 años me ha pasado muchísimas veces que algunas personas se acercaban a este deporte, incluso viéndome a mí, dentro de su entorno, como un pequeño referente, y hacíamos cosas juntos como grupo de amigos o dentro de un club; y al cabo de poco tiempo se habían enganchado tanto y se dedicaban tanto, que me pillaban, para pasarme en poco tiempo y superarme hasta que ya no les podías seguir el ritmo. Algunos de estos se han dedicado mucho tiempo con buena trayectoria, pero muchísimos lo han dejado pronto bien por cansancio mental o bien (lo más habitual) porqué se han estropeado seriamente alguna cosa (Normalmente las rodillas, el tendón de Aquiles, los isquios, la espalda, o un conjunto de todo ello).

Todos podemos realizar sueños que van más allá de los muros o normalidades que nos son habituales, y seguro que será estimulante para la vida y para la mente poder enfrentarnos a nuevos retos y disfrutar de experiencias un poco extremas; pero tenemos que ser responsables y aprender que la vida en general y la trayectoria deportiva personal en concreto, puede ser muy larga y puede aportar mucha felicidad si sabemos gestionar bien nosotros mismos nuestros límites.

Podemos soñar, planificar y realizar proyectos locos, pero sin volvernos locos, y siempre haciéndolo con mucha inteligencia, prudencia y responsabilidad. Es nuestro cuerpo, y nos acompañará, seguro, en todas las etapas de nuestra vida…

Por |2018-02-06T17:22:04+01:0013 de octubre de 2013|General|Sin comentarios

No hay comentarios

  1. david calaburra 20 octubre, 2013 en 19:16 - Responder

    Doncs jo no hi estic gaire d’acord amb el que dius, si que és veritat que hi ha gent poc preparada, i què?, la marató o l’ultra posa a cadascú al seu lloc i no hi ha millor ensenyança de la vida que la pròpia experiència. La gent explica els seus petits o grans reptes al facebook o en un bloc, al igual que fas tu escrivint un llibre sobre la teva experiència al gel, jo no hi veig diferència, tots som humans i tots som iguals i al capdevall tots busquem el mateix. També hi han moltíssims esportistes profesionals que han hagut de deixar la competició per una lesió o per què el seu cos no aguantava la càrrega d’entrenament. Es el mateix.
    Per mi pot tenir el mateix mèrit una medalla olímpica que la superació personal d’un propi repte.
    El que vols dir és que només quatre friquis poden fer ultres? doncs jo crec que no, ara s’ha popularitzat, amb tot lo bo i lo dolent.
    Jo no tinc cap problema amb aquesta gent que dius, penso que tampoc fan cap mal i si fa trenta anys córrer una marató era una cosa rara, ara hi ha mils de populars que s’hi dediquen, a un altre nivell, és veritat, però jo no ho veig una cosa negativa.
    No sé si la meva progressió com a corredor ha sigut la «correcta», en tot cas a sigut «la meva», com la de qualsevol, igual de vàlida, uns van més depresa i s’estavellen i d’altres van pas a pas i potser també. Questió de caràcter. Lo bo és saber treur-re’n profit de la experiència i que això ens ajudi créixer.
    Per mi els populars que acaben una marató amb cinc hores o dels últims d’un ultra es mereixen tot el meu respecte, perquè hi han posat coratge, esforç, patiment, i al final…això és la vida mateixa.
    I d’una mala lesió TOTS en podem ser víctimes, pros, semi-pros, populars i palanganes.
    Amb tot crec que el teu post és força vàlid, ja que està raonat i escrit amb tacte, com tots els que fas.

  2. Helena 18 octubre, 2013 en 10:58 - Responder

    No te conozco pero no has podido explicar mejor lo que pienso!!! Como corredera mas bien mediocre de ultras y triatlones de media distancia veo a la gente tirarse de cabeza a la larga distancia sin mas!! Yo tengo mucho respeto a estas distancias , entreno mucho para ser finisher , aunque llegue la ultima, no tengo que demostrar nada a nadie mas que a mi misma y he disfrutado de todas las pruebas que he hecho . Pero ahora , como tu, creo que la gente ha perdido el norte!!!! Y al final el cuerpo es mucho mas sabio que nosotros y nos pone los limites!!! Ahora mismo me hago seguidora tuya!!!

  3. Rafael i Anna 18 octubre, 2013 en 10:37 - Responder

    RUNNING, MARATHON, AIRON MAN, fenomen esportiu o social ?; aquesta pregunta està molt ben definida en aquest sensacional POST, tindría que tindre una difussió encara mès ample que la teva WEB Albert, FELICITATS.
    Per ser ja d’una determinada edad, nomès ens posem com limit, el poder caminar i gaudir de la natura, pujem muntanyes al Pirineu per gaudir de la vista, en el camí observar l’evolució de la natura, vegetació, formacions rocoses i de tot alló que ha format part de la creació de la vida, que us puc assegurar que es un gran ESPECTACLE.
    Moltes vegades quan caminem i parem a descansar, cosa que fem molt sovint, valorem el que ens queda fins on volem anar i si el cos ha dit prou, girem cua i un altre dia serà.
    Lo nostre no son límits, no son records, no son metes, nomès es caminar i gaudir de la gran película de la terra, que entra en els teus ulls amb els millors colors i el millor só, el de pardals, guineus, isarts, marmotes o simple ment del vent.
    Salut esportistes i gaudiu del que realment es l’esport NO professional, una activitat de lleure per sentir-se bè un mateix de cos i de cap, i sobretot gaudiu de tot alló que ens regala cada dia la NATURA.

  4. Sebas 15 octubre, 2013 en 18:31 - Responder

    Estic d’acord amb tu, Albert. És una bogeria i una bogeria que enganxa. A mi em té enganxat des de fa, relativament, poc temps. El que m’he trobat en els dos anys que fa que corro llarga distància és gent que no-sap-on-va, gent que no ha valorat seriosament el repte que és apunt d’afrontar…i només ha pensat en la il.lusió/alegria que li faria aconseguir-ho. POTSER Pl nom: ULTRANOSÉQUÈ, IRONMANDENOSÉON…
    Sovint he vist gent que rebutjava l’aigua en un avituallament i s’acabava retirant quinze quilòmetres després, totalment deshidratada.
    M’agrada córrer i ho he fet tota la vida. Ara he descobert les ultres i en voldria seguir fent. Tot i això, sóc conscient que per seguir en aquest apassionant món de la muntanya, cal que ens cuidem molt. Molt més del que fem.
    Molt interessant l’article, Albert.
    Salut!!!

  5. julio 14 octubre, 2013 en 22:45 - Responder

    Muy buenas hace tiempo que corro …pero lo deje por problemas ..x.. y he vuelto os diré que duranrte muchos años he vendido material de deportes y estaba muy especializado.. en el famoso Runing …deje las tiendas y tengo otro trabajo ,,bien os comento esto , para que alguien le de que pensar,no lo digo porque si .. todo lo que es pasar el limite no es bueno ..alguien se ha parado a pensar cuantos impactos se dan sobre el terreno y donde van a parar estos impactos …no amigos no no hay calzado preparado ..hay calzado para fijar el pie ..para controlar que no se patine ..etc ..que sean mas ligeros ..y que la gran mayoria acabais comprando ..os digo que correr mas de 50kmt es de juzgado de guardia ..ya me lo ireis diciendo como quedan vuestras articulaciones ..un gran saludo a todas-os y suerte con las lesiones ..

  6. Krlos 14 octubre, 2013 en 17:45 - Responder

    Maravillosamente escrito. Soy uno de los «privilegiados» que comentas que tienen la «suerte» de no lesionarse y que ha llegado al mundo del Ultra y que no quiere salir. Hace 7 años que comencé a correr. A los 11 meses de mi primer 10k hacia una maratón y al siguiente año y poco ya estaba en un IM
    Esta «suerte» que entrecomillo es debido a que una parte si que debe ser una genetica favorable, pero una parte importante es tener cabeza para no obsesionarse, saber parar a tiempo, y finalmente, prevenir las lesiones con muchas visitas a fisioterapia, que para mi son fundamentales

  7. Albert Bosch 14 octubre, 2013 en 14:55 - Responder

    Gracias por vuestros comentarios… no es fácil regular el equilibrio entre la pasión y la razón. Seguro que el deporte, aunque sea practicado con mucha intensidad, es más bueno y más sano que llevar una vida sedentaria y/o sin aficiones activas… pero ello no debe hacernos caer en la insensatez ni en el perder el respeto a nuestro cuerpo. Los límites siempre están, y nuestra responsabilidad es gestionarlos bien.

  8. Nacho 14 octubre, 2013 en 14:05 - Responder

    100% de acuerdo. Creo que muchos de nosotros pensamos igual, e incluso cometemos algunos de los errores que comentas. Yo creo que se está perdiendo el respeto a las distancias … para mi una maratón al año es un super reto!
    Felicidades por el post.

  9. Enric 14 octubre, 2013 en 13:00 - Responder

    Puede parecer un contrasentido lo que diré. Estoy de acuerdo contigo y recién he corrido un Ironman con solo 2 años practicando triatlon. También he de decir que no recuerdo un mes en mi vida que no haya practicado deporte. En mi blog retocoaching.com ya reconocí que no era una evolución lógica pasar de una tri sprint a un Ironman. En mi caso es más superación personal i me da igual la marca, hice todo el Ironman dosificando, sin importarme acabar en más de 12h y al día siguiente solo tenia la piernas cansadas. En cambio yo no siento la necesidad de hacer 5 minutos menos en una prueba o tener una u otra marca. Según mi prueba de esfuerzo estoy por encima de la media entrenada, en cambio siempre acabo de la mitad para atras.
    Para mi todos los caminos son buenos si los elige uno mismo para si y no inducido por lo que hacen los demás.
    PD: para mi WisTLimit es un claro ejemplo de que todo vale para ganar dinero.

  10. Alex 14 octubre, 2013 en 10:29 - Responder

    Boníssim post Albert!!

  11. EduCAT 14 octubre, 2013 en 01:10 - Responder

    conceptes com el, Where is the limit? estan fent molt de mal!

  12. david 13 octubre, 2013 en 21:52 - Responder

    Albert, estoy totalmente de acuerdo contigo. Llevo corriendo 24 años y yo subía montañas corriendo cuando era algo de «frikis». Tengo buenos tiempos en maraton 2h 42′ maraton de Barcelona y en 2008 gané la maraton de montaña de collserola. Nunca he hecho carreras de mas de 42 y hago un máximo de dos o tres carreras al año. En estos últimos años estoy alucinado con la cantidad de gente que con poca base se lanza a maratones o ultras.
    No tengo nada que reprochar pero estoy totalmente de acuerdo contigo, es mas, no se si todo esto es resultado de esta sociedad competitiva en la cual todos queremos llegar mas lejos que nadie y además últimamente ha de ser lo antes posible. Bueno no me enrollo mas que lo bonito es progresar poco a poco e ir conociendo tu cuerpo, tenemos todo el tiempo del mundo para lograr nuestros retos. Incluso cada vez gente mas joven se plantea estos retos ultra si saber las secuelas que les puede dejar el continuo machaque desde tan jóvenes. Cuidemos de nuestro cuerpo que es nuestro chasis y solo tenemos uno, hay que hacer deporte con responsabilidad y con cariño a nuestro cuerpo……..

  13. Joel 13 octubre, 2013 en 20:06 - Responder

    Una reflexió llarga i contundent. Estic completament d’acord.Tens escruiximents avui?

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