SOY UN PECADOR: ¡ESTOY DEL FÚTBOL HASTA EL MOÑO!

Adiós Fútbol

Me lo he pensado mucho antes de colgar el Post de hoy, pues lo que escribo es como hacer un pecado capital según los dictados de una inmensa mayoría de fieles a una de las religiones más implacables de hoy en día, practicada por las masas de toda la geografía de nuestra sociedad y avalada por todos los intelectuales, políticos, periodistas, tertulianos y bienpensantes en general…. Hoy me condeno al más absoluto de los ostracismos por haberme atrevido a opinar mal de una de las grandes "verdades absolutas" incuestionables de nuestros tiempos: ¡El puto fútbol!

Este fin de semana he estado haciendo una ruta de dos días en Bicicleta de Montaña por el Monsant y las montañas de Prades. Ayer por la tarde llegamos al bar del hostal dónde íbamos a dormir, situado en un pueblecito del cual no daré el nombre para no herir sentimientos, exactamente en medio partido del Barça-Madrid. El Bar estaba a tope de gente mirando el "Match", en plena euforia y griterío.

Yo no soy nada aficionado al fútbol porque por un lado no es un deporte que me guste demasiado mirar comparado con muchos otros, y por otro porque me pone especialmente nervioso observar la pasión desmesurada que lo rodea. Fue para mí un choque entrar allí, viniendo de pasar un día en la montaña y encontrándome en un lugar donde todo el mundo estaba gritando, diciendo tonterías de todo tipo, y casi de forma constante, soltando palabrotas o insultos contra el árbitro, los jugadores o el entrenador del equipo contrario.

Me recordó la última vez que estuve en el Camp Nou (y tercera en toda mi vida), en la que me invitaron, precisamente, a ver un Barça-R.Madrid, y me fui asqueado a media parte, porque no estaba dispuesto a aguantar más tanta energía negativa… Miles de personas que no controlaban los mínimos parámetros básicos de la educación general y de la deportividad. Gente de todas las edades, profesiones y condiciones sociales, gritando sin más motivo que querer formar parte de una tribu de ‘Hooligans’ que se hacían voluntariamente súbditos de unos símbolos y reyezuelos determinados. Podría llegar a entender que una decisión supuestamente equivocada de un árbitro desencadenase una reacción en caliente de alguien, pero se me hace difícil encajar que la masa insulte a jugadores del equipo contrario sin haber ni tan solo jugado, solamente por salir al campo a punto de iniciar el partido… y así muchas otras actitudes parecidas.

Evidentemente lo respeto, y puedo entender que haya gente que necesite este tipo de cosas para desahogarse, para reforzar su identidad, para tener cosas de las que hablar o hacer bromas con los demás, o para vivir pasiones protagonizadas por otras personas y totalmente ajenas a acciones vividas por ellos mismos.

Lo puedo respetar y lo puedo entender incluso; pero no deja de preocuparme que ello tenga tanta importancia en la vida de miles, millones de personas. Y evidentemente, no me siento en absoluto identificado con ello a nivel personal.

Y al "shock" provocado por la sensación repentina en aquel bar, se unió un comentario muy potente que me hizo un compañero del grupo de bicicleta. Estábamos comentando este concepto del dominio mental que tiene el fútbol en una gran masa de gente, y en un momento dado, le cuestioné a mi amigo si ello podía mejorar o irse cambiando de alguna manera; y él me contestó rotundamente: "Esto no se cambia, esto se utiliza"… y aclaró: "Yo soy médico y voy haciendo la mía como puedo, pero la gente con poder de verdad, sabe que estas cosas convienen mucho, pues la gente se deja llevar por estas pasiones fáciles de controlar, y ello y muchas otras debilidades de la ciudadanía constituye su materia prima para poderla utilizar y así llegar a mantenerse en el poder y aprovecharse de ello al máximo".

Por esto, si esta pasión masiva por el fútbol es un hecho inapelable del cual se puede formar parte o no, y estar de acuerdo o no, me llego a preguntar si, más allá del fútbol, otras realidades inapelables pueden estar relacionadas con él por tener también sus orígenes en las actitudes de la gente:

– La liga española es la mejor del mundo, pero tenemos la mayoría de clubs en ‘quiebra técnica’ y tendrían que cerrar si se les aplicase la ley tal como se hace con todas las personas y empresas normales. ¡Vaya vergüenza!

– La mejor y más cara liga del mundo es la de un país con un paro general y, sobre todo, con un paro juvenil absolutamente desorbitado. ¡Vaya vergüenza!

– La gente critica mucho que un empresario cobre o gane mucho dinero, a pesar de que lo haya hecho de forma totalmente ética y legal, y que dé trabajo a un montón de gente; pero encaja perfectamente que se paguen fortunas increíbles a un jugador para dar patadas a una bola, y además, se paguen con créditos u operaciones de financiación o negociación más que dudosas. ¡Qué pena!

– A la gente le importa un pimiento que los patrocinadores de los equipos que tanto quieren, sean empresas de apuestas o gobiernos de monarquías medievales donde la mayoría de los valores de nuestra sociedad están prohibidos… ¡Vaya incoherencia!

– También coincide con una realidad en que parece que los niños quieren ser famosos o futbolistas de pequeños, y evolucionan hacia querer ser funcionarios cuando estén más cerca de la realidad del mundo laboral. ¡Qué triste para un país que quiere tener futuro!

– Y muchas otras realidades relacionadas entre ciudadanía y símbolos o patriotismos deportivos gestionados con desmedida.

Al final, supongo que a los que mandan (clubes de fútbol, políticos o poder en general) están encantados con que la gente se pueda desahogar mirando un partido de fútbol, leyendo sobre fútbol, escuchando información sobre fútbol y tragando como si se tratase de un dogma de fe, pues así todo irá encaminado dentro de una normalidad que a ellos les conviene mucho.

Yo tampoco cambiaré el mundo, y no tengo ninguna esperanza en que la gente se desenganche de este altísimo nivel de dependencia de un deporte que la mayoría ni practica, como forma de tener una afición o pasión propias, en lugar de tener pasiones y aficiones mucho más productivas por la salud, el desarrollo de una apertura mental muy grande evitaré que me enganche esta religión absolutista de nuestros tiempos; y en el próximo Barça-R.Madrid, o en el próximo partido de Champions, Eurocopa o Mundial, yo estaré practicando algún deporte o disfrutando de alguna actividad donde yo sea el protagonista directo…. Nunca me ha gustado vivir la película de mi vida como un espectador, y prefiero ser el actor y/o guionista.

¡Viva el fútbol!…. si le va bien a mucha gente… pero ¡que viva tan lejos de mí como sea posible!

Por |2018-02-06T17:22:04+01:0028 de octubre de 2013|General|Sin comentarios

No hay comentarios

  1. Albert Bosch 4 noviembre, 2013 en 20:06 - Responder

    Gracias por vuestros comentarios… Y que conste que el fútbol, como todo deporte, tiene cosas buenísimas, eh!!… lo que pasa es que lo vivimos como un «Empacho» absoluto y domina en exceso en nuestra sociedad. Todo es bueno en su justa medida….

    Dar demasiada importancia a los símbolos, a los ídolos, a las pasiones de masas, lleva a una sociedad fácilmente manipulable en muchos sentidos. Los del poder lo saben y siempre, a lo largo de la historia, han usado estas herramientas para sus propios intereses.

    Y aparte de este comentario más profundo, es que a nivel de ciudadano de la calle es un coñazo tragar tanto fútbol se quiera o no se quiera!!

  2. Josep Carrizo 4 noviembre, 2013 en 15:21 - Responder

    Molt bon article Albert. Volia comentar el post abans però tot just fa unes hores que he arribat de la meva aventura de motxilla per Tailàndia i Cambotja. Sóc un apassionat de la natura, la muntanya i l’esport en general. Mai m’ha agradat massa el futbol, precisament pel que comentes en el teu article. A més m’ha semblat sempre injust que futbolistes (alguns que no saben ni fer la «O» amb un canuto) cobrin millonades, mentre que altres esportistes com esquiadors, ciclistes o gimnastes, per citar-ne alguns, hagin de fer les mil i una per arribar a final de mes.

    Com t’he dit, acabo d’arribar d’un viatge llarg i apassionant. Una anècdota… malauradament quan feia saber que era de Barcelona, de seguida em començaven a enumerar els diferents jugadors de futbol de la ciutat. Això sí, pràcticament ningú coneixia res de la resta de la ciutat o del nostre petit país. La trista realitat.

    Enhorabona per atrevir-te a escriure un post com aquest. Recorda que no estàs sol company!

  3. 3alozano 28 octubre, 2013 en 07:50 - Responder

    Molt bé, Albert, jo també penso el mateix que dius i sé que volies dir ostracisme, no oscurantisme, a no ser que siguis d’una secta secreta, i com has estat valent d’escriure aquest post et contesto amb la mateixa sinceritat. Dedueixo que a cap dels teus fills li agrada el futbol i no has d’acompanyar-los als partits,quina sort, però em temo que escolliran aquest esport algun dia com a forma de rebeldia. Prepara’t per tenir gendres o nores molt hooligans i acompanyar nets al camp. Espero que no els hi tallis la il·lusió, i que no hagis de necessitar mai algun d’aquests futboleros com a patrocinadors pel teus projectes perquè t’hauràs d’empassar les teves paraules. Ànims, no estas sol, pots crear un club anti-futbol molt nombrós si vols.

  4. nidia rosa 28 octubre, 2013 en 02:18 - Responder

    Cada dia las personas dejan de vivir mas desde su interior para vivir lo que este mundo exterior le ofrece. olvidando que lo mejor es lo que trae libertad, gozo, plenitud, respecto propio y sobre todo el amor y la intención por lo cual lo queremos hacer. estoy de acuerdo ADIOS futbol y sin riesgo a que vuelvas.

  5. Pilar Mejia 28 octubre, 2013 en 02:14 - Responder

    Me gustó mucho tu post y comparto muchos de tus sentimiento, y aunque debo confesar que veo futbol con controlada pasión no termino de entender del todo el fanatismo sin medida ni los sueldos millonarios de un futbolista y mucho menos la violencia que a veces se ve en un partido que aunque lo hemos olvidado solo es un deporte más. Provengo de un país un magro presupuesto para la mayoría de deportes que no sea el futbol y con autoridades que viven de «hinchada» ávida de algún triunfo colectivo. Aquí hay una expresión cuando no logras entender con sentido lógico algo: Son cosas del futbol. Nunca mejor dicho.

Deja tu comentario Cancelar la respuesta


INFORMACIÓN PROTECCIÓN DE DATOS

Finalidades: Publicar su comentario en el blog de la página web. Legitimación: Consentimiento del interesado. Destinatarios: No están previstas cesiones de datos. Conservación: Mientras la publicación en el blog esté publicada en la página web. Derechos: Puede retirar su consentimiento en cualquier momento, así como acceder, rectificar, suprimir sus datos y demás derechos en [email protected]Información Adicional: Puede ampliar la información en el enlace de Avisos Legales.


Vivir experiencias intensas para aprender cada día

ACTUALIDAD