Nuestra evolución como seres humanos nos ha ido apartando de la naturaleza, hasta hacernos vivir prácticamente de espaldas hacia ella.
La urbanización de la sociedad y la aceleración tecnológica nos ha hecho avanzar hacia unos hábitos muy alejados de todo aquello que tiene relación con los ciclos naturales y la biodiversidad.
Enseña cinco productos de consumo a un niño, y seguramente te acertará casi todas sus marcas. Pero enséñale cinco árboles de la zona dónde vives, y probablemente no conocerá ninguno.
A partir de aquí, corremos el grave riesgo de creernos absolutamente dominadores de la naturaleza, de pensar que es ella la que está siempre a nuestro servicio, y que no requiere ningún respeto o cuidado especial por nuestra parte. Como todo funciona, no somos conscientes de que podamos estar agotando o perjudicando la fuente original de todo. Cuando abrimos el grifo sale agua; cuando activamos el interruptor se enciende la luz; cuando paramos en una gasolinera siempre hay combustible; y cuando vamos al supermercado, está llenísimo de todo tipo de comida. ¿Por qué nos debemos preocupar por nada más? Únicamente nos obsesionamos en tener trabajo (muy importante), para poder comprar todo aquello que nos aporta bienestar; y cuando tenemos lo que necesitamos, lo demás nos importa un comino.
Pero si realmente queremos merecernos el título de los animales más inteligentes del planeta, deberemos demostrar que somos capaces de vivir con todas las comodidades que consideremos necesarias, pero siempre con un equilibrio sostenible hacia el medio natural.
Las montañas no son sólo para hacer fotos y actividades. Las playas y los mares no son sólo para ir a tomar el sol y nadar.
Cuando uno ama algo o a alguien, no abusa y le desea siempre lo mejor, respetándolo al máximo y comprometiéndose para que no sufra y que las cosas le vayan lo mejor posible.
A menudo decimos que amamos la naturaleza, pero realmente sólo gozamos y nos aprovechamos de ella. Por ello debemos promover una actitud de respeto y compromiso para que ni vivamos de espaldas a ella, ni pensemos que la debemos dominar para que esté a nuestro servicio.
Esto es vivir cerca del medio natural. Esto es amarlo de verdad. Y esto es ser una persona humana realmente inteligente.
«Respecte, compromís, equilibri»..aquesta és l’actitud!!
Ayer pude disfrutar de la conferencia celebrada en Valencia por Randstad, en materia de valores.
Tu charla Albert, fue sin duda una inspiración, un regalo de energía y un ejemplo.
De todos los valores que se comentaron y quedaron claramente obvios en tu travesía de la vida, (disciplina, perseverancia, coraje, determinación..)..faltó uno que compartiste con nosotros: el sentido del humor. Fundamental para combatir la adversidad.
Quiero agradecerte, ya que no lo hice personalmente (todos los días cometo errores, y este fue uno de ellos!!), esa gran «devolución» que hiciste ayer.
GRACIAS por compartir. Te deseo todo lo mejor.
Pepa Ferrer
Cert!
Jo encara diria més: hem d’estar al servei de la natura per potenciar-la i enfortir-la.
Per cert, m’encanta la foto.
Totalment d’acord.
A mes molt adient per la «setmana sense impacte» que comença aquest diumenge 28.
Salutacions i bona setmana sense residus.
Xavier
Bien, bien, bien…, com sempre.