Que el Dakar es una gran carrera/aventura y un gran espectáculo está claro. Pero que el Dakar supone una enorme agresión al medio ambiente también está muy claro.
Todos los estados tienen derecho a decidir cómo explotan su territorio. Pero todos los estados deberían tener siempre muy en cuenta el impacto de cualquier actividad en el entorno natural.
El Dakar no es especialmente malo comparado con la mayoría de actividades del mundo desarrollado. Sería injusto tratarlo como un demonio sólo porque es más mediático, mientras las industrias, la minería, las estaciones de esquí u otros temas, que también tienen un impacto brutal a pesar de no ser tan visibles.
Al final todo se reduce al coste que supone para el entorno, contra el beneficio social o económico que aporta.
Sirva como ejemplo mi amado Pirineo, dónde si tengo que votar, escogeré prohibir las estaciones de esquí que tanto perjudican a la montaña, los paisajes, y requieren muchos recursos naturales; pero también tengo que entender que son claves en la actividad turística, y tanto directa como indirectamente crean mucho trabajo (Hostelería, comercio, venta de productos y servicios relacionados…), y esto hace que se paguen muchos impuestos, con los que podemos tener hospitales, escuelas, carreteras y, al final, junto al conjunto de la economía, alcanzar un buen bienestar.
El problema viene cuando un estado piensa que para alcanzar un cierto bienestar vale todo, y que cualquier precio que se pague a nivel medioambiental o en la sobre explotación de recursos, está justificado si aquello conlleva riqueza a corto plazo. Desgraciadamente es el caso más habitual, y denota un enorme cortoplacismo tanto de los gobiernos como, y también hay que decirlo, de los ciudadanos.
Que esta gran carrera es importante para la economía y la promoción de los países dónde se celebra, es una realidad; pero debería verse si el precio ambiental que se paga es o no aceptable. Además, a menudo la organización en lugar de pagar o limitarse a agradecer a los países por la utilización intensiva y agresiva de sus territorios, todavía les cobra mucho dinero para que estos estados tengan el honor de acoger la carrera.
No hay que ser hipócrita y criticar el Dakar en países lejanos mientras nos beneficiamos en casa de la explotación descarada de nuestros recursos naturales, pues todo el mundo tiene igual derecho de explotar sus entornos naturales. Lo que debería tener también todo el mundo, y esto no es nada común, es la responsabilidad y el criterio para desarrollar actividades económicas sostenibles y en equilibrio con el medio natural.
Criticar es fácil, proponer es más difícil, pero lo que cuenta de verdad es actuar. En mi caso tengo clarísimo que a pesar de amar y disfrutar muchísimo el Dakar (que he corrido en 9 ocasiones), nunca más volveré sólo por placer o por hacer mis retos, si mi participación no sirve para alcanzar propósitos superiores divulgando y activando actitudes de compromiso hacia un futuro más sostenible (en esta caso hacia la movilidad eficiente y las energías limpias). Mi evolución en consciencia y compromiso hacia los ecosistemas, ya no me lo permiten. Pero cómo hice el año pasado participando con el primer coche 100% eléctrico, e igual que hace Greenpeace cuando utiliza un barco diésel contaminante para ir a defender causas ecológicas, sólo volvería a esta carrera de motor tan emblemática cómo contaminante e híper agresiva con los entornos naturales que transita, para defender desde allí causas importantes de sostenibilidad.
Para pasárselo bien hay muchísimas otras actividades emocionantes y divertidísimas que son muy o totalmente neutras para el medio ambiente.
Molt encertat. Com sempre
Cierto Pardela… falta conocimiento y consciencia de las consecuencias medioambientales.
Yo nunca me lo había planteado hasta hace unos años (lo reconozco)… un grave error del que he aprendido, y que me ha servido para comprometerme a fondo en la sostenibilidad medioambiental.
Y únicamente me plantearé participar si el beneficio que aporto (por conscienciación o acciones concretas), son superiores al impacto creado… es el caso del Coche eléctrico, que tiene un claro impacto, que sirve para promocionar la energía limpia y la movilidad no contaminante… igual que Greenpeace usa un barco diesel para sus campañas!!
Gracias por tus comentarios
Excelente argumentación, y aplicable a las trail de montaña, tipo «Blue Trail» que cruce el P.N. del Teide, e introduce una huella que tiene difícil amortiguación.
Que Usted, haya desatacado que incluso les estén pagando, y más de una vez con dinero público, para que esos eventos se desplacen a esos lugares, o , transcurran por ellos, demuestra la falta de conocimiento de sus consecuencias medioambientales.
Pero es más triste, cuando en esos eventos, participan personas que suelen llevar el medio ambiente como «bandera» de su día a día.
Lo dicho, buen artículo y espero sirva para concienciar mucho más a todos.