Hemos cruzado el Valle del Vésubie para subir el último «gran» puerto de esta «gran» ruta, el Col du Turini (1.607m) con sus 1.100 metros de desnivel, archi famoso por el Rally de Montecarlo, y un descenso de lujo que nos ha hecho empezar a sentir el placer de que el punto final está cerca.

Después de la bucólica población de Sospel, nos quedaban sólo un pequeño puerto que, sin ser muy difícil, nos ha recordado que nuestras piernas ya estaban muy cansadas después de la machacada de toda la semana. Con un poco más de esfuerzo hemos superado el Col de Castillon, para encontrarnos frente a frente con el deseado Mar Mediterráneo para bajar en picado hasta Menton.

¡Lo hemos conseguido! Hemos terminado esta gran ruta alpina, siendo conscientes de que estábamos haciendo una de las mejores travesías en bicicleta de carretera que existen en el mundo.

El punto final: una cerveza helada y un baño muy merecido para resumir la felicidad que sentimos en este momento.