A menudo me preguntan cómo puedo mantener la motivación para entrenar casi a diario durante tantos años; y yo respondo que nunca entreno, sino que disfruto y soy feliz cada segundo que hago deporte y, como consecuencia, entreno.
Hace décadas que hago una actividad deportiva intensa y esto no se podría mantener a base de disciplina, perseverancia y esfuerzo. El hecho de que me mantenga tan activo es que cada día que salgo a practicar cualquier deporte, estoy emocionado, me siento feliz y lo disfruto al máximo.
Esforzarse por esforzarse no tiene sentido. Lo mejor es esforzarse por algo que a uno le apasione auténticamente.
Y si una imagen vale más que mil palabras, os dejo este vídeo que grabamos ayer (13/12/2018), dónde creo que se entiende muy bien este concepto y el porqué de la reflexión.
Deja tu comentario