Primera etapa de 36Km. todos por terreno de estepa de hierba. En el Km. 25 nos ha tocado subir una montaña bastante dura, pero lo que era más duro era la bajada; por técnica y porque bajar corriendo mucho rato con 10Kg en la espalda hace que se resientan mucho las rodillas. Me he encontrado bien, y he llegado en 11ava posición en la general.
El nivel de los participantes es alto, hay corredores que están muy fuertes con la carrera totalmente estudiada y una estrategia a seguir, pero también los hay que van a hacer una carrera tranquila y disfrutar del viaje.
Los paisajes son brutales, inmensos… grandes planicies verdes interrumpidas por montañas redondeadas y rodeadas al fondo por otras montañas más altas. Vamos encontrando cabañas de pastores nómadas (se llaman GERS) que cuidan los rebaños de caballos bajitos y robustos, de pelo áspero, que realmente son ponis. Es muy auténtico, aunque no entiendo como no han llegado los chinos (que lo tienen muy cerca) a cultivarlo todo.
Corro por estas llanuras e interiormente ruego, ¿ruego yo? porque lo sepamos guardar, proteger, porque si algo nos puede ayudar a frenar el cambio climático, es mantener estos grandes pulmones sanos, porque la naturaleza se tiene que cuidar cuando esta sana. Y desde aquí os recuerdo que esta carrera la corro en solidaridad con el Bosque de Milany, un hayedo centenario que estamos intentando proteger. Os invito a visitar la web www.saveaforest.org y a participar activamente. ¡Juntos Podemos!
Deja tu comentario