- Debemos ser proactivos y hacer todo lo posible que esté en nuestra mano para preservar nuestro cuerpo lo mejor que podamos.
- Lo que hacemos cada día influye directamente en como estamos y nos sentimos en cada edad.
- Tenemos mucho margen de mejora en cada etapa. El objetivo es progresar, no ser perfectos.

¿Cuántas veces te han dicho aquello de «Espera a que tengas mi edad»?
Expresión que suena fatal por la actitud negativa que transmite, y por la resignación a unas limitaciones o problemas de salud o movilidad, en gran parte evitables o mitigables.
Por ello creo que no tenemos simplemente que esperar a las cosas que se dan como lógicas en cada edad, sino que debemos ser proactivos y hacer todo lo posible que esté en nuestra mano para preservar nuestro cuerpo lo mejor que podamos.
No se trata de querer ser jóvenes siempre a toda costa, ni de detestar el hacernos mayores, sino de aspirar y activarse para tener la calidad de vida y las capacidades óptimas en cada etapa de madurez.
Obviamente envejecemos cada día, pero lo que hacemos cada día influye directamente en como estamos y nos sentimos en cada edad. Si no priorizamos el cuidar la nutrición, el ejercicio y la elasticidad, luego no deberá sorprendernos que nuestros cuerpos pierdan movilidad, capacidad y envejezcan mal.
Nuestro cuerpo es nuestro mayor activo en el largo recorrido de la vida. Dejando aparte enfermedades inevitables, accidentes o limitaciones genéticas, hay muchísimas capacidades de nuestro cuerpo que podemos mantener muchos años, o mitigar su declive o, incluso, mejorarlas. Sí, sí, a los 40, 50 o 60, todavía podemos mejorar muchas capacidades físicas, pues si bien es cierto que la edad va en contra, también es cierto que seguro que tenemos mucho margen de mejora en cada etapa, y que a menudo preferimos resignarnos a la comodidad de no hacer nada o de medicarnos ante cualquier dolor, a responsabilizarnos de la causa profunda de cada capacidad y trabajarla para conseguir nuestra mejor versión en cada momento.
Cuanto antes tengamos esto claro, mayor calidad de vida tendremos (ojalá se entendiese ya a los 20 años cuando el cuerpo está repleto de salud y capacidades). Pero sea cual sea nuestra edad, es el buen momento para empezar a liderar el cuidado de nuestro cuerpo y nuestro estilo de vida, para vivirla con calidad y plenitud. El objetivo es progresar, no ser perfectos.
No esperemos a la edad… ¡que sea ella la que nos espere!
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